Queridos hermanos y hermanas, ser Iglesia,
ser pueblo de Dios, según el gran designio
de amor del Padre, quiere decir ser el fermento
de Dios en esta humanidad nuestra,
quiere decir anunciar y llevar
la salvación de Dios a este mundo nuestro,
que a menudo está desorientado,
necesitado de tener respuestas que alienten,
que donen esperanza y nuevo vigor en el camino.
Que la Iglesia sea espacio de la misericordia
y de la esperanza de Dios, donde cada uno
se sienta acogido, amado, perdonado y alentado
a vivir según la vida buena del Evangelio.
Y para hacer sentir al otro acogido, amado,
perdonado y alentado, la Iglesia debe tener
las puertas abiertas para que todos puedan entrar.
Y nosotros debemos salir por esas puertas
y anunciar el Evangelio.
PAPA FRANCISCO
AUDIENCIA GENERAL
Plaza de San Pedro
Miércoles 12 de junio de 2013
Texto completo
Sed buenos
Sed buenos: buenos en vuestro rostro,
que deberá ser distendido, sereno y sonriente;
buenos en vuestra mirada,
una mirada que primero sorprende y luego atrae.
Sed buenos en vuestra forma de escuchar:
de este modo experimentaréis, una y otra vez,
la paciencia, el amor, la atención
y la aceptación de eventuales llamadas.
Sed buenos en vuestras manos:
manos que dan, que ayudan,
que enjugan las lágrimas,
que estrechan la mano del pobre y del enfermo
para infundir valor, que abrazan al adversario
y le inducen al acuerdo,
que escriben una hermosa carta a quien sufre,
sobre todo si sufre por nuestra culpa;
manos que saben pedir con humildad para uno mismo
y para quienes lo necesitan,
que saben servir a los enfermos,
qué saben hacer los trabajos más humildes.
Sed buenos en el hablar y en el juzgar:
Sed buenos, si sois jóvenes, con los ancianos;
y, si sois ancianos, sed buenos con los jóvenes.
Sed contemplativos en la acción:
mirando a Jesús –para ser imagen
de Él– sed, en este mundo y en esta Iglesia,
contemplativos en la acción;
transformad vuestra actividad ministerial
en un medio de unión con Dios.
Sed santos: el santo encuentra mil formas, aun revolucionarias,
para llegar a tiempo allá donde la necesidad es urgente.
El santo es audaz, ingenioso y moderno;
el santo no espera a que vengan de lo alto
las disposiciones y las innovaciones;
el santo supera los obstáculos y, si es necesario,
quema las viejas estructuras superándolas…
Pero siempre con el amor de Dios
y en la absoluta fidelidad a la Iglesia
a la que servimos humildemente
porque la amamos apasionadamente.
(de un retiro a sacerdotes en Cagliari, 11 de marzo de 1976)
Pedro Arrupe
Buscando Luz
¡Ser un instante luz, sólo un instante!
Sopla y enciéndeme, Señor, cual árbol
resplandeciente entre la noche oscura,
Mira mis verdes que se extienden largos,
mira mis ramas de quejidos: crecen
en la noche, tu fresca luz buscando.
Baja, Señor, y sopla entre mis frondas.
Tóquete yo con mi pequeña mano,
con mi pequeña sombra triste. Soy
un niño sin descanso.
Mi corazón golpea contra el tuyo.
Un débil junco puede ilusionado
golpear un gran sol, un mar de tierras.
¡Heme aquí golpeando!
¿Y no responderás a un niño? Mira
cómo hasta Ti levanto mis dos brazos
queriendo reposar sobre la hierba
de luz de tu regazo.
Baja, Señor, y posa tu caricia
en mis cabellos, de la tierra, amargos,
y deja un surco luminoso en ellos,
un reguero de cielo dulce y largo.
Carlos Bousoño
La oración entera es preciosa, la he encontrado en Aleteia y a continuación os la transcribo:
Con sinceridad, proclamo que Jesús es mi Dios, Señor, Rey y Salvador. Sólo Tú Señor mío, tienes palabras de vida eterna, sólo Tú puedes sanar mi interior, solo Tú puedes redimirme y salvarme.
Señor mío, me pongo en tus manos. Por sobre todas las cosas, quiero y necesito aprender a expresarte mi amor, mis sentimientos y todo lo que hay en mi ser. Te digo con todo mi corazón que te amo y deseo conocerte cada día más y más.
Señor mío Jesucristo, sabes que todos los vacíos de mi ser sólo pueden ser llenados por tu gracia y tu presencia. Mis miedos, mis preocupaciones, mis dolores, mis confusiones, sólo pueden encontrar soluciones y sanación en Ti.
Abre los ojos de mi mente y de mi corazón para que pueda escucharte. Fui creado por Ti y para Ti, quiero unirme a tu pueblo en una sola alabanza y adoración. Abre mis labios para que hable solo verdad, para que cante tu amor, para que exprese lo que has puesto en mí
Deseo y necesito sentirme amado por Ti, porque quiero corresponder a tu amor, que a la vez me sana y me levanta. Enséñame a vivir en tu presencia, quiero compartir mi vida contigo, quiero estrechar lazos de amistad fiel contigo.
Dios mío, aunque me duela, quita de mi interior todas aquellas malas inclinaciones, falsas pasiones, deseos mundanos que quieren separarme de tu amor, aleja de mí todo lo que entorpece mi unión y relación contigo. Saca de mi corazón todo lo que no proviene de Ti, porque quiero ser grato a tus ojos.
Te suplico que seas el escudo que no permita que los malos deseos, las palabras destructivas y las acciones de aquellos que no me quieren, me hagan daño y me hagan sufrir, Cuento con tu presencia que me protege siempre y que me brinda fortalezas para la realización de tantos sueños que tengo y quiero ver realizados.
Gracias, porque sé que siempre estarás conmigo y me ayudarás a que todo me salga bien y harás que todas las dificultades y todos los problemas sean auténticos trampolines que me impulsen a la consecución de los objetivos que tengo en mi vida..
Arranca de mi corazón todo sentimiento de miedo frente al futuro, dale tu seguridad y paz. Límpialo de todo sentimiento negativo y de toda emoción destructiva. Envíame la abundancia de tu luz, para que pueda verme libre de toda equivocación. Quiero ser valiente, sin miedos y con ganas de seguir luchando.
Señor mío, deseo hacer tu voluntad porque deseo vivir de ahora en adelante para agradarte. Llena mi corazón de alegría y ánimo para poder seguir adelante. Te confío toda mi vida
Durante la Misa celebrada en la capilla de la Casa Santa Marta, el Pontífice habló de la misericordia de Dios.
«No juzguen a los demás, no condenen y perdonen: así se imita la misericordia del Padre». El Papa Francisco recuerda que «para no equivocarse» en la vida hay que «imitar a Dios», «caminar ante los ojos del Padre». Partiendo del Evangelio de Lucas (Lc 6, 36-38), el Pontífice habla ante todo de la misericordia de Dios, capaz de perdonar las acciones más «feas». Cuántas personas dicen: «He hecho cosas tan malas. He comprado mi lugar en el infierno, no puedo volver atrás. Pero ¿piensa en la misericordia de Dios?
Recordemos la historia de la pobre viuda que fue a confesarse con el cura de Ars (su marido se había suicidado; había saltado del puente al río. Y lloraba. Y dijo: «Yo soy una pecadora, pobrecilla. ¡Pero, pobre mi marido! ¡Está en el infierno! Se suicidó y el suicidio es un pecado mortal. Está en el infierno». Y el cura de Ars dijo: «Deténgase, señora, porque entre el puente y el río está la misericordia de Dios». Hasta el final, hasta el final, está la misericordia de Dios».
Para seguir los pasos de la misericordia el Santo Padre ha dado a los fieles unos consejos prácticos para actuar con misericordia: no juzgar y perdonar
El Papa nos invita a todos a aprender la sabiduría de la generosidad, camino maestro para renunciar a las «habladurías» en las que «juzgamos continuamente, condenamos continuamente y difícilmente perdonamos».
El Santo Padre Francisco, nos indicaba en el mes de mayo, que redescubriéramos la belleza de rezar el Santo Rosario en casa e invitaba a las familias a rezarle todos juntos, EN FAMILIA.
«Ustedes pueden elegir, según la situación, rezarlo juntos o de manera personal, apreciando lo bueno de ambas posibilidades. Pero, en cualquier caso, hay un secreto para hacerlo: LA SENCILLEZ.»
Contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá todavía más como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba.
«Rezaré por ustedes, especialmente por los que más sufren, y ustedes, por favor, recen por mí. Les agradezco y los bendigo de corazón.«
En amistad con Cristo151. La amistad es un regalo de la vida y un don de Dios. A través de los amigos el Señor nos va puliendo y nos va madurando. Al mismo tiempo, los amigos fieles, que están a nuestro lado en los momentos duros, son un reflejo del cariño del Señor, de su consuelo y de su presencia amable. Tener amigos nos enseña a abrirnos, a comprender, a cuidar a otros, a salir de nuestra comodidad y del aislamiento, a compartir la vida. Por eso «un amigo fiel no tiene precio» (Si 6,15).
Señora del Silencio Madre del Silencio y de la Humildad,
Tú vives perdida y encontrada
en el mar sin fondo del Misterio del Señor.
Eres disponibilidad y receptividad.
Eres fecundidad y plenitud.
Eres atención y solicitud por los hermanos.
Estás vestida de fortaleza.
En Ti resplandecen la madurez humana
y la elegancia espiritual.
Eres señora de Ti misma
antes de ser señora nuestra.
No existe dispersión en Ti.
En un acto simple y total,
tu alma, toda inmóvil,
está paralizada e identificada con el Señor.
Estás dentro de Dios y Dios dentro de Ti.
El Misterio Total te envuelve y te penetra,
te posee, ocupa e integra todo tu ser.
Parece que todo quedó paralizado en Ti,
todo se identificó contigo:
el tiempo, el espacio, la palabra,
la música, el silencio, la mujer, Dios.
Todo quedó asumido en Ti, y divinizado.
Jamás se vio estampa humana
de tanta dulzura,
ni se volverá a ver en la tierra
mujer tan inefablemente evocadora.
Sin embargo, tu silencio no es ausencia
sino presencia.
Estás abismada en el Señor,
y al mismo tiempo,
atenta a los hermanos, como en Caná.
Nunca la comunicación es tan profunda como
cuando no se dice nada, y nunca el silencio es tan elocuente como cuando nada se comunica.
Haznos comprender
que el silencio
no es desinterés por los hermanos
sino fuente de energía e irradiación;
no es repliegue sino despliegue,
y que, para derramarse,
es necesario cargarse.
El mundo se ahoga
en el mar de la dispersión,
y no es posible amar a los hermanos
con un corazón disperso.
Haznos comprender que el apostolado,
sin silencio,
es alienación;
y que el silencio,
sin el apostolado,
es comodidad.
Envuélvenos en el manto de tu silencio,
y comunícanos la fortaleza de tu Fe,
la altura de tu Esperanza,
y la profundidad de tu Amor.
Quédate con los que quedan,
Y vente con los que vamos.
¡Oh Madre Admirable del Silencio!Padre Ignacio Larrañaga
Gracias a @alferma1 y a @FranciscoIgea mucha gente está teniendo que asistir a Misa hoy en la calle. Es un día importante para los Católicos, pero la @jcyl continúa con su hostigamiento.
🧵Sobre la irracionalidad, injustas y desproporcionadas nueva normas de @jcyl al limitar el derecho fundamental de la libertad religiosa. Nuestros obispos defendiendo estos derechos inalienables https://www.diocesisdeavila.com/2021/01/16/comunicado-de-los-arzobispos-y-obispos-de-las-diocesis-de-castilla-y-leon-ante-las-nuevas-restricciones-impuestas-por-la-junta/